miércoles, 18 de mayo de 2011

"EL CRISTO DE LA FE"


HABLA LA HISTORIA V
Por D.S.P. 
EL CRISTO DE LA FE
Los pilares de la cultura hebrea y el ataque-propuesta de Jesús



Una vez conocido el Jesús de la Historia, intentemos interpretar los hechos del Jesús de la Fe desde un punto de vista también histórico. Es decir, ¿cómo relacionaron los cristianos de la época la figura de Jesús con el Mesías anunciado?

Está demostrado que Jesús fue judío, inserto en la cultura y tradición judía y conocedor a la perfección de las leyes de su cultura. Leía la lengua de los judíos y hablaba la lengua sagrada. Fue educado en torno a la cultura de su pueblo, sin embargo, no fue un judío convencional: “no fue ni sacerdote, ni revolucionario político, ni monje asceta, ni moralista piadoso, sino provocador en todos los sentidos”, descrito por Hans Kung.

Ida Magli, investigadora, en su obra Gesú di Nazaret, Tabú e transgressione afirma lo siguiente: “Jesús es el único hombre que ha intentado una empresa imposible: cambiar totalmente, más aún, desmantelar la cultura en la que nació, enfrentándose a ella en su principal foco, en su centro, destruyendo sus estructuras, negando todos sus valores esenciales, aunque, aparentemente sirviéndose de ellos.” Jesús, según esta escritora, no es sólo un genio puesto que los genios no salen de la cultura en la que viven, sino que la llevan a parámetros de simbolismo y a su máximo exponente. Jesús está por encima de su cultura y por tanto es mucho más que un genio.

Lo que Jesús hizo no tiene explicación antropológica porque intentó acabar de raíz con los valores de la cultura hebrea quedándose con lo común a todas las religiones e intentando acabar con lo demás.

Los pilares de la cultura hebrea que Jesús desmanteló por completo fueron los siguientes:
  •  LA LEY: Lo primero que Jesús ataca es la Ley, la Thorá, que según los judíos está por encima del hombre. Jesús, “señor del precepto”, está por encima de la ley. El Mesías demuestra que la ley no es algo absoluto, sino  que está al servicio del hombre. Pero no sólo es rebasada sino cambiada. Jesús, al ser anunciado en el AT, no debe destruir lo escrito anteriormente sino ser el culmen. Para ello, a través de parábolas y bienaventuranzas, establece unos nuevos parámetros. Sus charlas se dan en el monte, al igual que Moisés recibió las tablas.
  • EL MESÍAS DAVÍDICO: El segundo pilar en el que se basa la cultura hebrea es en la espera de un Mesías descendiente de David. Jesús, basándose en la misma escritura, afirma que el Mesías no podía ser descendiente de David, puesto que David lo llama “su Señor”. Jesús rechaza el mesianismo davídico, rechaza la imagen de un segundo rey que acabara con los enemigos del pueblo de Israel. Esto es incompatible con Dios. Dios es universal y no sólo de los judíos.

  • EL TEMPLO: Es el tercer pilar de la cultura hebrea, siendo el orgullo máximo de Israel y símbolo de su grandeza y privilegio. Y de éste Jesús anuncia que no quedará piedra sobre piedra, humilla a quienes lo utilizan y hace ver el uso inadecuado que de él se está haciendo. 

El objetivo de Jesús al destruir estos pilares es la “salvación” del hombre, entendiendo por salvación la plenitud del hombre en este mundo y su “floración tras la muerte”. Por eso, para conseguir la plenitud en la vida hay que acabar con ese sentido de superioridad de Israel, las jerarquías, la pobreza, etc. y basarlo todo en la no violencia, el amor, etc. El judaísmo tiene mucho de lo primero y poco de lo segundo.

Si Jesús no hubiese destruido estos pilares sobre los que se asentaba la cultura judía, el cristianismo no hubiera sido universal, que es la nota que lo distingue. Es un Mesías que ataca su cultura aportando valores que le sirven al resto. Es un salvador universal manifestado históricamente en las fronteras y contexto de Israel.

Jesús da diversas propuestas a todo lo establecido. Según los investigadores, frente al nacionalismo fanático de los zelotes, Jesús propone un Universalismo Radical. Frente a los fariseos, que se apartaban de los pobres, Jesús advierte que Dios no margina a nadie. Frente a la ideología oficial de fariseos y saduceos, Jesús induce al espíritu crítico al pueblo para liberarlo del influjo de estas sectas. Frente a una religión basada en la purificación y en el sentido de culpa ante Dios (incluso por actos fisiológicos), Jesús proclama que lo  que obstaculiza la relación con Dios no son las realidades de la vida y fisiológicas, sino el mal corazón, liberando así al pueblo de la pesada carga de conciencia.  Frente a una religión sostenida por impuestos, Jesús nunca aparece en actos del templo. Frente al legalismo en el que era instruido semanalmente el pueblo en la sinagoga, Jesús enseña en las sinagogas judías, provocando así un enorme escándalo. Frente a la praxis de una religión que hace tomar constantemente conciencia del pecado, Jesús viene a quitar el pecado del mundo, pero el pecado no es ya tanto la ofensa que se le pueda hacer a Dios, sino la que se le hace al prójimo. Frente a los saduceos que no creen en el más allá, Jesús anuncia la victoria sobre la muerte. Una muerte concebida de dos maneras: Una muerte en vida, la de quienes en su existencia se dejan atrapar por los falsos valores de un sistema opresor, renunciando al ejercicio de su libertad y al despliegue de su capacidad de amar y una muerte física, que pone fin al proceso biológico del hombre. De ambas promete Jesús liberar al hombre. Frente a un Dios autoritario y sólo de Israel, Jesús propone un Dios lleno de amor y para todo el mundo. Un Dios que potencie al hombre para ser mejor.  Jesús anuncia un reinado-reino de Dios para acabar con esa religión centrada en la ley y defendida por los fariseos. Un reinado de Dios en la vida y tras la muerte. “venga a nosotros tu reino…” 

Sin entender esto, un cristiano no puede ir diciendo por ahí que lo es, porque esta es la base sobre la que debe cimentarse nuestra manera de actuar. Jesús nos dejó un modelo de vida que, independientemente de creencias teológicas posteriores, fue, es y será la solución a todos los males del hombre, aunque algunos no quieran verlo así…

A partir de esto, las primeras comunidades cristianas empezaron a funcionar y en un principio se debatió en si era una rama del judaísmo u otra religión. Con el paso del tiempo se fue haciendo fuerte como una religión distinta…


BIBLIOGRAFIA: -
Juan Mateos y Fernando Camacho: El Horizonte Humano. La Propuesta de Jesús, El Almendro, Córdoba, 1988. - A. Maggi: Las Bienaventuranzas de Mateo, EL Almendro 2002 - Evangelios Sinópticos - Apuntes de la asignatura de Historia Antigua Universal de la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba. - Atlas histórico. Tomo 1: De los orígenes a la Revolución francesa. Kinder y Hilgemann. Akal. 2006. Documento basado en el temario de la Asignatura de Orígenes del Cristianismo según los Textos Fundadores impartida, en la Universidad de Córdoba, por Jesús Peláez del Rosal, catedrático en Historia Antigua y especialista en la época de Cristo. - Colabora Antonio Piñero, Catedrático de la Universidad Complutense, especializado en "Lengua y literatura del cristianismo primitivo", editor y traductor de textos antiguos (Apócrifos del Antiguo Testamento; Textos coptos gnósticos de Nag Hammadi, descubiertos en 1945; Hechos apócrifos de los Apóstoles)Autor de textos sobre Nuevo Testamento y cristianismo primitivo. Autor de unos cuarenta artículos científicos sobre judaísmo, Antiguo y Nuevo Testamento y cristianismo primitivo en revistas nacionales y extranjeras. Traductor de unas quince obras sobre Nuevo Testamento y cristianismo antiguo. Es, por tanto, un texto fruto de numerosas investigaciones y mezcla de otros muchos textos y libros que sería imposible enumerar.




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