viernes, 20 de junio de 2008

"LAS LEYENDAS SOBRE PONCIO PILATO"

Una de las narraciones mas extensas tanto en su aspecto literario como en su contenido son aquellos ‘’Escritos complementarios’’ dentro de los textos apócrifos, en los cuales se agrupan varias leyendas, entre estas está la Carta de Poncio Pilato a Tiberio (el procurador le comunica a su Emperador que el Nazareno ha sido crucificado) y otra es la respuesta del mismo Tiberio (en el que le recrimina a Poncio su debilidad para con el Sanedrín). En esta serie de textos apócrifos, existen mas relaciones de la vida del Procurador con respecto a la Pasión de Jesús de Nazaret y en sus días venideros, e incluso su muerte, pero este ultimo texto nombrado (la muerte de Pilato ), no se considera apócrifo, ya que fue copiado por el escritor Tischendorf de unos manuscritos encontrados en Milán en el siglo XIV. Todas las narraciones que ha continuación os mostraré tienen desde hace siglos la propia reserva de la Iglesia Católica; de hecho, en ellas existe un gran contenido de fé, teniendo en cuenta que hay que separar las fantasías literarias que ampara muchos de sus textos; en su aspecto científico e histórico se contempla con claridad que no dejan de ser meras leyendas, pero al ser divulgadas ayudó en gran medida a que la religiosidad creciera en el pueblo llano a conocer la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Volviendo a nuestro tema principal, que es la biografía de Poncio Pilato tras la muerte de Jesús en la cruz, Jacobo de la Voragine en su "Leyenda Aurea’’ nos narra, que Pilato receloso, entre otras cosas, sospechaba que Herodes como Rey de Galilea pudiera enviar quejas a Roma sobre la muerte de un súbdito suyo, (aunque tuviera en cuenta, que Herodes se lo volvió a enviar para que dictaminase lo que viera conveniente con tal "loco’’), si esta acción se hubiera producido solo haría añadir una denuncia más a las ya conocidas en la capital del Imperio sobre sus corrupciones e injusticias con el pueblo judío y pusiera en peligro su carrera política; por miedo, Pilato se adelanto a sus posibles predicciones enviando a uno de sus familiares a Roma para que informara a Tiberio de lo que realmente había ocurrido con el Nazareno. Los textos apócrifos nos señalan una epístola que el procurador de Judea envió personalmente a Tiberio una carta (Carta de Poncio Pilato a Tiberio); este documento se conserva en algunos manuscritos latinos a través de las investigaciones de Aurelio de Santos Otero en su obra ‘’Los Evangelios Apócrifos’’. La carta que leeréis a continuación esta sacada de un manuscrito transcrito del Renacimiento que la adjunta como segunda carta de Poncio Pilato al Emperador Tiberio Cesar: ``Jesucristo, a quien te presente claramente en mis últimas relaciones, ha sido por fin, entregado a un duro suplicio a instancias del pueblo, cuyas investigaciones seguí de mal grado y por temor. Un hombre, por vida de Hércules, piadoso y austero como este, ni existió ni existirá jamás en época alguna. Pero se dieron cita para conseguir la crucifixión de este legado de la verdad, por una parte, un extraño empeño del mismo pueblo, y por otra, la confabulación de todos los escribas, jefes y ancianos, contra los avisos que les daban sus profetas y, a nuestro modo de hablar, las sibilas. Y mientras estaba pendiente de la cruz, aparecieron señales que sobrepujaban las fuerzas naturales y que presagiaban, según el juicio de los físicos, la destrucción a todo el orbe. Viven aún sus discípulos, que no desdicen del Maestro ni en sus obras ni en la morigeración de su vida; mas aún, siguen haciendo mucho bien en su nombre. Si no hubiera sido, pues, por el temor de que surgiera una sedición en el pueblo (que estaba ya como en estado de efervescencia), quizá no viviera todavía aquel insigne varón. Atribuye, pues, mas que a mis deseos de fidelidad para contigo que a mi propio capricho el que no me haya resistido con todas mis fuerzas a que la sangre de un justo inmune de toda culpa, pero víctima de la malicia humana, fuera inicuamente vendida y sufriera la pasión , siendo así , además, que como dicen sus escrituras, esto había de ceder en su propia ruina. Día 28 de Marzo ‘’. Siguiendo estos hechos, el Emperador Tiberio no tardaría mucho en contestar; Aurelio De los Santos nos muestra una segunda carta ( la de contestación ), en el que Tiberio envía a un tal Rachaab con el propósito de prender a Pilato por haber sentenciado a muerte injustamente a Cristo. Es quizás, el único texto oriental que existe sobre esta historia, el documento incluye una curiosa historia sobre la muerte de Pilato algo fantástica, al igual que de los judíos que intervinieron en la muerte de Jesús. Según recogen los textos apócrifos, el mismo César añadiría la sentencia de su puño y letra y se la envío con el citado Rachaab, el cual fue escoltado por dos mil soldados hasta Jerusalén. El texto es el siguiente: ‘’Por cuanto tuviste la osadía de condenar a muerte a Jesús Nazareno de una manera violenta y totalmente inicua y, aún antes de dictar sentencia condenatoria, le pusiste en manos de los insaciables y furiosos judíos; por cuanto además no tuviste compasión de este justo, sino que, después de teñir la caña y someterle a una horrible sentencia y al tormento de la flagelación, le entregaste, sin culpa alguna por su parte, al suplicio de la crucifixión, no sin antes haber aceptado presentes por su muerte; por cuanto , en fin manifestaste, si, compasión en los labios, pero le entregaste con el corazón a unos judíos sin ley; y por todo esto, vas tu mismo a ser conducido a mi presencia, cargado de cadenas, para que presentes tus excusas y rindas cuenta de la vida que has entregado a la muerte sin motivo alguno. Pero ¡Ay de tu dureza y desvergüenza¡ Desde que esto a llegado a mis oídos estoy sufriendo en el alma y siento que se me desmenuzan mis entrañas. Pues ha venido a mi presencia una mujer, la cual se dice discípula de el (se trata de María Magdalena de quien según afirma expulso siete demonios ) y atestigua que Jesús obraba portentosas curaciones, haciendo ver a los ciegos, andar a los cojos, oír a los sordos, limpiando a los leprosos, y que todas estas curaciones las verificaba con sola su palabra. ¿Cómo has consentido que fuera crucificado sin motivo alguno? Porque, si no queríais aceptarlo como Dios, deberíais al menos haberos comparecido de el como médico que es. Hasta la misma relación astuta que me ha llegado de tu parte , está reclamando tu castigo, ya que en ella se afirma que Este era superior a todos los dioses que nosotros veneramos. ¿Cómo ha sido para entregarle a la muerte?. Pues sábete que , así como tú le condenaste injustamente y le mandaste matar, de la misma manera yo te voy a ajusticiar a ti con todo derecho; y no solo a ti, si no a todos tus consejeros y cómplices, de quien recibiste el soborno de la muerte.’’ Se le entregó la carta a l emisario y junto con ella una sentencia que mandaba a que pasaran por el filo de la espada a todos los judíos y que trajeran junto a Pilato a los principales de entre los judíos, a Arquelao ( hijo de Herodes ) y a su cómplice Filipo, al pontífice Caifás y a Anás, su suegro. El emisario cumplió la orden del Emperador, cargando de cadenas a Pilato, y con el a todos los principales judíos que tuvieron que ver en la muerte del nazareno ( Anás, Caifás, Herodes, etc.) Antes de completar la leyenda, en el manuscrito se recoge a manera de información: ‘’Existía entre los reyes de la antigüedad la costumbre de que, si un reo de muerte contemplaba el rostro real, se veía libre de su condenación. César pues, dio las órdenes oportunas para no dejarse ver por Pilato, de manera que no pudiera escapar de la muerte. Así, pues, lo metieron en una caverna y allí lo dejaron, conforme a las ordenes de Tiberio’’. Volviendo a nuestra curiosa leyenda; al llegar a Roma, Tiberio mandó a que Anás fuera envuelto en una piel de buey, para que cuando el cuero de esta piel se secase por el sol, quedara oprimido por esta. Al hijo de Herodes y a Filipo los sentenció a ser empalados, y el resto (escribas y Sumo Pontífice) fueron decapitados. La última parte del manuscrito es la mas fantástica con respecto a su contenido: ‘’Cierto día salió de caza Tiberio e iba en persecución de una gacela. Esta, al pasar por la boca de la caverna ( donde estaba Pilato ) se paró. Pilato, estaba a punto de parecer a manos del Emperador, e intento fijar en el su mirada; pero, para que se realizara lo que estaba a punto de suceder, la gacela vino a ponerse junto a él; el Emperador disparó una flecha con el fin de derribar al animal, pero la flecha atravesó la entrada de la caverna y mató a Pilato’’. En los distintos epígrafes que se conservan de las cartas que envió Pilato a Tiberio nos da prueba de su miedo en torno a la muerte de Cristo, el Procurador comenta los distintos fenómenos sobrenaturales que se produjeron a partir de la crucifixión; el oscurecimiento del cielo a mediodía, la cubrición de una gran tiniebla, la aparición de estrellas, el cese del brillo de la luna, el terremoto que se produjo desde la hora sexta a la hora nona, etc. Teniendo en cuenta que aquel que se lavó las manos de una sangre inocente era yerno del mismo Tiberio ( Claudia Procula era una de sus hijas ), quien iba a decir, que el regalo de bodas por parte de su suegro ( Ser Procurador de Jerusalén ) le costaría en un futuro la condenación por juzgar a un hombre inocente; claro está, todo estaba escrito y así se debía de cumplir, solo nos queda la leyenda de un hombre que le toco decidir sobre la libertad o la condenación del Hijo de Dios.
(Foto del cuadro ‘’Ecce Homo’’ de Antonio Ciseri) (Moisés Viretti Fernández)

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